domingo, 19 de abril de 2009

Serpensortia

Y continuamos...¿es necesario que escriba esto de aquí? Es que me faltarán palabras...y no digamos que a uno le suceden muchas cosas sentados en el PC. Mi madre ve "HP y el Cáliz de Fuego" porque no la había visto y quiere ver la otra conmigo...así que ahora escucho como Potter baila asquerosamente xD

Kamal (que está muy orgullosa de ser Slytherin, junto a sus padres, hermano y esposo xD)

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3º capítulo “Serpientes protegiendo Serpiente”

La Sala Común de Slytherin se veía solitaria. Solo una pelirroja estaba ahí, sentada en uno de los cómodos sillones, leyendo tranquilamente mientras hacía anotaciones en un pergamino. Estaba tan concentrada que no notó como dos personas rodearon el sofá y se sentaron a cada lado de ella. Lily alzó la vista, miró a los dos acosadores y luego continuó con su lectura.


-Hey, Potter…

-No es de buena educación ignorar a los superiores…

-No se me da la gana hablarles, ¿entendido?


Ambos jóvenes fruncieron el ceño. Y antes de que Lily pudiese defenderse o, mas bien, percatarse de lo que ocurría, le arrebataron el libro y el pergamino. Lily quedó atrapada en el sofá en medio de aquellas dos bestias y, a pesar que era la hija de Harry Potter, sintió miedo. Y mucho, al ver como esas serpientes pretendían cobrarse de algo que no sabía bien qué era.

Le tomaron una muñeca y la azotaron contra el sofá. Uno de los grandotes se sentó a horcajadas de ella y comenzó a apretar delicadamente su cuello. El otro miraba la escena divertido.


-Suéltala…


La voz que llegó de ninguna parte fue casi un bálsamo para Lily. Quiso saber quién era, quién la estaba salvando de aquel ataque. Pero solo vio como el otro chico salía volando, al mismo tiempo que una varita se posaba en el cuello de su agresor.


-No quiero repetirlo, Zabini…suéltala…

-Las cosas no son como cuando estaba tu padre, Malfoy. Yo no te tengo que obedecer.

-Entonces…permíteme enseñarte porqué tu padre acataba al mío…


Raro. Sonó raro y a la vez perturbador. Lily pudo verlo dudar. Zabini tembló casi imperceptible y el fuerte amarre de sus manos fue soltándose, hasta transformarse en casi una caricia. Torpe y llena de odio, pero caricia al fin. Se bajó de encima de ella y Lily, en un acto completamente superviviente, saltó por sobre el sofá y se fue a esconder tras el chico rubio que aún sujetaba la varita. Ahí notó que otro chico, de cabellos castaños y ojos amarillos, se colocaba tras ella.


-¿Por qué la proteges, Malfoy?, ¿acaso te gusta?

-Eso es asunto mío, Zabini. Y si no quieres comprobar qué significa ser hijo de una especialista de Artes Oscuras y de un ex mortífago, lárgate.

-No me intimidarás…

-Ya lo hice…


Zabini carraspeó molesto y se marchó. Lily iba a hablar cuando vio que el otro chico, que estaba inconsciente, comenzaba a despertar. El castaño alzó su varita.


-¿Quieres más, Grober?

-Nott…

-Ya lárgate. ¿No te apena que un chico de 3º te pueda desarmar tan fácilmente?

-Tú y tu estirpe de traidores.

-Tú y tu estirpe de inservibles, buscapleitos, amargados y estancados en el pasado. El Innombrable ya murió, hace mucho ya. Supéralo y lárgate.

-La pagarás…

-¿En galleons, sickles o knuts? Tú dime. Tengo de sobra.


El otro chico bufó y desapareció por la entrada de la Sala Común, como antes lo había hecho Zabini. Lily se quedó en silencio entre los dos muchachos, hasta que el de ojos amarillos guardó rápidamente su varita y la volteó con cuidado. Observó su cuello mientras el otro chico, que ya había guardado la varita, cruzaba los brazos y miraba con indiferencia algún punto. La pelirroja lo observó mientras el otro chico revisaba su cuello. Cabellos rubios, platinados. Ojos grises y pálida tez. Un rostro anguloso y una mirada parecida al hielo.


-No tienes nada. Me alegro que hayamos llegado a tiempo.


La voz del otro chico la hizo sobresaltarse. Lo miró fijamente. Sus ojos amarillos denotaban una ternura inusitada, mientras que su cabello color castaño le recordaba cosas dulces. El muchacho sonrió tiernamente.


-¿Estás bien? Porque supongo que no llegamos muy tarde.

-No…no te preocupes…estoy bien…

-Perfecto. De ahora en adelante, no estudiarás sola en la Sala Común. Ya viste, hay muchos locos desquiciados que no dudarán en cobrárselas contigo por lo que hizo tu padre.

-¿Mi padre?, ¿qué hizo?

-Matar a Voldemort.


Lily sintió el escalofrío al escuchar aquel nombre. No era que le temiese, simplemente no le agradaba. Ni escucharlo, ni leerlo, ni siquiera pensarlo. Y al parecer al chico de ojos amarillos tampoco le agradaba, porque un leve temblor lo recorrió, que Lily percibió en la mano que aún yacía posada frágilmente en su mejilla. El chico la retiró de ahí y escondió a Lily tras él, en un gesto completamente protector, mientras enfrentaba al chico de ojos plata, que había susurrado el nombre de Ése tipo.


-¡Por Salazar, Scorpius! Mil veces te he pedido que no lo nombres.

-No sé a qué le temes. Él ya está muerto.

-Al parecer el hecho de que tu familia haya sufrido tanto por Él te vale, ¿verdad?

-No digas eso…todos sufrieron por su culpa. Simplemente que da lo mismo, ahora está muerto.

-Eres un insensible. Por último, respétala a ella.

-Theo, no sé si notaste quién es…es la hija de Harry Potter, El Niño Que Vivió. Dudo que le tema a un nombre.

-Aún así…podría incomodarla. Eres un maldito insensible, asqueroso trozo de roca, montón de acero que finge ser humano, costal de inferi.


Lily tragó duro. Sentía que su protector se había sobrepasado. Pero en lugar de una lluvia de hechizos, el chico de ojos grises sonrió y se fue a sentar al sofá donde antes estaba ella. Recogió el libro y el pergamino y los dejó sobre una mesa a un lado. Su protector la tomó de la mano y la llevó a sentarse. La colocó a un lado del frío muchacho mientras él se sentaba al otro lado. La miró con sus ojos de halcón y sonrió.


-Me llamo Theodore Nott, llámame Theo si lo prefieres. Y ese témpano del otro lado es Scorpius Malfoy. A él llámalo Malfoy de plano. No merece más.


Lily miró de reojo al otro chico, que estaba recostado en el sofá, con los ojos cerrados y una hermosa sonrisa en el rostro, que iluminaba sus angelicales facciones. Volvió a mirar a Theo. El muchacho le sonrió nuevamente, tal vez para tranquilizarla.


-Mira, no iremos con rodeos. Tanto Potter como Finnigan hablaron con nosotros. Nos comprometimos a cuidarte aquí en la Sala Común y en la Mesa, mientras ellos cuidan a Dea, la hermana de Scorpius. Debes recordar que quedó en Gryffindor. Por lo mismo te pedimos que en cierta forma nos ayudes, y trates de no arriesgarte.

-Ningún problema pero…¿Por qué eres tú el que habla?, ¿no es la hermana de él?


Scorpius abrió un ojo y luego volvió a cerrarlo, entregándose a las más insospechadas ensoñaciones. Theo negó con la cabeza y miró dulcemente a Lily.


-Sí se preocupa. Solo que él no lo expresa. Para eso estoy yo, el muy idiota me utiliza como su “expresaemociones” personal.


Lily rió ante el comentario y Theo relajó los músculos.


-Bien, me alegra que te haya provocado gracia. A mí aún no lo hace. En fin, continúa con lo tuyo, nosotros nos quedaremos cuidándote.

-¿No tienen nada que hacer?, podríamos estudiar juntos…

-No te digo que ese paliducho acepte, pero yo sí.


Theo sacó un libro y un pergamino de una mochila a un lado del sofá, y los colocó en la mesa de centro. Lily lo imito y ambos se sentaron en el suelo para comenzar a estudiar. En ese momento, Scorpius se acostó a lo largo del sofá y Lily lo miró con el ceño fruncido.


-¿No tienes nada que estudiar, Malfoy?

-Sí, Potter…pero no tengo necesidad…


Y una graciosa sonrisa de lado se le dibujó. La pelirroja frunció más el ceño, pero Theo la interrumpió.


-Ni te preocupes. El muy bastardo es más inteligente que cualquier Ravenclaw…sobre todo porque fue uno de ellos quién le enseñó. ¿Conoces a Ettore DiMaggio?

-¡Claro!, es el mejor amigo de Ted.

-¿Ted?

-Ted Lupin. Es el ahijado de mi papá. Es como nuestro hermano mayor.

-Bueno, lo mismo que Lupin para los Potter, es DiMaggio para los Malfoy. Y él le enseñó muchas cosas a Scorpius. Por eso no necesita estudiar para ciertas cosas. Como Pociones.

-¿Y siempre es igual de callado?

-Sí, llega a ser desesperante. Más de una vez he olvidado su voz solo porque nunca habla.


Lily sonrió y continuó en una amena conversación con Theo, mientras Scorpius los miró de reojo y negó con la cabeza. Ettore tenía razón. El Sombrero empezaba a chochear. Era la única explicación para que Nott y Potter estuviesen en Slytherin.

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